Desde este domingo 9 de noviembre, las calles húmedas de Belém recibirán a miles de jóvenes participantes de la COP30, la 30° Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Se trata de uno de los encuentros ambientales más importantes del mundo, donde gobiernos, especialistas y organizaciones debaten las estrategias globales frente a la crisis climática. En esta edición, la ciudad amazónica suma un componente inédito: la creación de la Ciudad de la Juventud, un espacio dedicado exclusivamente a las nuevas generaciones.
El campamento funcionará en la histórica fundación Curro Velho, a orillas del río Guamá, y albergará a jóvenes de más de 80 países. Entre acentos diversos y mochilas cargadas de proyectos, las delegaciones compartirán días de trabajo intenso dentro de un entorno que combina arte, política y aprendizaje. El objetivo es que las voces jóvenes formen parte real de la discusión climática, un ámbito que por años estuvo dominado por negociadores adultos.
La iniciativa nació en la Secretaría Nacional de la Juventud de Brasil y el ala juvenil de la COP30, con apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa). La propuesta busca garantizar la representación del Sur Global, y sumar a jóvenes que suelen enfrentar barreras económicas o geográficas para asistir a eventos internacionales.
Arte, formación y política en un mismo espacio
La Ciudad de la Juventud se proyecta como un laboratorio vivo. El predio cuenta con asistencia médica, seguridad, espacios de encuentro, aire acondicionado y áreas de descanso. Sin embargo, la identidad del lugar se construye a partir de las actividades que llenan los patios desde la mañana.
Los talleres de graffitis, papel semilla, serigrafía y reciclaje creativo permiten que los participantes expresen sus mensajes ambientales por medio del arte. En paralelo, los foros participativos abordan temas como la justicia climática, el género, el territorio y la protección de biomas, con el objetivo de elaborar propuestas que puedan influir en las negociaciones de la cumbre.
Por la noche, el anfiteatro se convierte en escenario de música, danza y presentaciones culturales.
Un aporte directo a la COP30
La Ciudad de la Juventud no sólo acompaña a la COP30: también producirá contenido para ella. Cada jornada cerrará con mesas de trabajo que prepararán aportes para la Carta de la Juventud a la COP30, un documento colectivo que se presentará el 21 de noviembre durante la reunión plenaria final del encuentro.
El texto reunirá propuestas de mitigación, adaptación, financiamiento y participación, además de demandas vinculadas a territorios vulnerables y justicia climática. La expectativa es que este documento marque un precedente para próximas conferencias de las Naciones Unidas y consolide un espacio estable para la representación juvenil.
Con su paisaje y su clima amazónicos, Belém se convertirá en el escenario donde jóvenes del mundo participarán activamente en la construcción de políticas climáticas. En esta edición de la COP30, la juventud dejó de ocupar un rol observador y asumió un protagonismo que busca influir en el futuro del planeta.